¿Es
un delito vivir nuestro “yo” al máximo?
La
novela Kokoro de Natsume Soseki logra
una cosa muy particular: un siglo después, la voz del autor nos llega con
claridad máxima para advertirnos sobre cómo la sociedad cambia y, con esos
cambios, cómo se va erosionando una parte de nuestro “yo” para transformarse en
algo nuevo, más adaptado.
Este
choque se ve claramente en Sensei y en K. Uno de los momentos que se menciona
de pasada, la muerte del Emperador Meiji, no tendrá mucho impacto en los
lectores occidentales, pero resultó catastrófico para el espíritu japonés. Fue,
en toda regla, el fin de una era y para algunos, tales como el padre del
narrador o el General Nogi, el fin de Japón. En la carta final, Sensei expresa
claramente este antes y después “Yo nací
como una criatura moral y me crié también en la moral. Tal vez haya bastante
diferencia entre mi idea de la ética y la idea de la ética de los jóvenes de
ahora. Aún así, aunque me equivoque, esa moral viene de mí. No es un traje
alquilado con el que uno se viste un rato.” (Ed. Gredos, p.198)
- ¿Cómo refleja o ejemplifican Sensei y K las tensiones entre el viejo y el nuevo Japón?
- ¿Cómo es vista la individualidad o el “yo” en la novela? ¿Crees que Soseki la consideraba algo positivo?
¡Ya
queda poco para la sesión final!
La
misma tendrá lugar en Fundación Japón, Madrid (C/
Mayor 69, 2ª Planta) el día 22 de noviembre de 18h a 19:30h. Las plazas para la sesión presencial se han agotado. Os invitamos a seguir el debate a través de nuestras redes sociales y a compartir allí vuestros comentarios para que los podemos leer durante la reunión y así animar la discusión.
¡Animaos a participar dejando vuestros comentarios!
(Sobre algunas motivaciones en la novela "Kokoro")
ResponderEliminar- Una perspectiva de lo más inquietante. Daría lo que fuera por acudir a una de esas clases sobre suicidio. ¿Se harán prácticas? Oiga, Meitei. ¿Ha escuchado lo que piensa Kushami sobre el destino del ser humano?
- Sí, lo he oído. Mientras Kushami te echaba su discurso, el profesor de ética de la Escuela de la Nube Caída habrá estado exponiendo a sus alumnos nuestro modelo de moral pública para su reprobación y escarnio. Habrá estado instruyendo a sus jóvenes pupilos sobre cómo abandonar las bárbaras costumbres de sus antepasados y habrá reconocido el suicidio como el primer deber de cualquier persona decente. Es más, les habrá explicado que, como es absolutamente correcto desear para los demás lo que es bueno para uno mismo, antes o después se verán obligados a matar a sus seres queridos. "Considerad el caso de ese extraño profesor Kushami, que vive ahí al lado", les habrá dicho. "Es obvio que la vida le disgusta, pero su absoluta falta de valor le impide tomar la decisión última. ¿No es, por tanto, un deber moral ayudarle a poner fin a su agonía? Pero tened en cuenta, queridos alumnos, que vivimos en una época marcada por el progreso, así que ninguno de los antiguos, crueles y cobardes métodos usados por nuestros ancestros son válidos hoy en día. Nada de lanzas, espadas o incluso armas de fuego. Deberéis acabar con su vida sirviéndoos de las más refinadas técnicas del asesinato verbal, lo cual no será sólo un acto de caridad hacia esa desafortunada alma sufriente, sino un acto que os dignificará ante vosotros mismos y ante vuestra escuela".
Natsume SOUSEKI, "Soy un Gato", traducción de Yoko OGIHARA y Fernando CORDOBÉS, ed. Impedimenta, 4ª edición (mayo 2010); pág. 615-16.