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Hoy conmemoramos... el nacimiento de Yukio Mishima


 📚 Un día 14 de enero de 1925 llegó al mundo Yukio Mishima, uno de los personajes más peculiares del Japón contemporáneo, odiado y amado a partes iguales. 

📖 En el autor convivieron numerosas personalidades, desde el intelectual hasta el soñador, pasando por el hombre de acción y el excéntrico. Muy acertadamente, él mismo se definía como un Don Quijote moderno, mostrando gran admiración por el personaje de Cervantes y el sentido de la caballerosidad española. Si era loco o genio, o ambas cosas, no lo supo concretar. 

📚 Además de en sus novelas, Mishima es recordado por las proclamas que lanzaba, necesarias -decía él- para un Japón desnortado tras la guerra. Así, por ejemplo, «un samurái jamás debe mostrarse abatido» (“Ética del samurái en el Japón moderno”, Alianza ed.), o advertía de cómo el abuso del alcohol y el consumismo estaban mermando el carácter guerrero japonés. 

📖 También, con su habitual estilo, mezcla de Bushidô, tradición shintoísta, paganismo grecorromano e incluso estética cristiana, Mishima reflexionaba largo y tendido sobre el equilibrio idóneo entre mente y cuerpo, fiel al más puro ideal clásico de la ‘kalokagathia’: «Los músculos que yo creé así eran a la vez mera existencia y obra de arte» e «Igual que los músculos van aumentando su parecido con el acero, así también el mundo nos va dando forma poco a poco» (“El Sol y el Acero”, Alianza ed.). 

📚 De todas estas preocupaciones nacieron personajes cuya complejidad psicológica supone una sima sin fondo, un abismo que aterra y atrae por igual al lector. Mishima, como buen idealista romántico, se acerca a Dostoyevsky y Turgenev, y hereda el estilo de la «novela del yo» que en su momento nutriesen Natsume Soseki u Osamu Dazai. Una combinación explosiva que, unida a su compleja personalidad, no deja indiferente a nadie. 

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