Y con esto hemos llegado al último libro del ciclo “Riviera”. ¿Qué pensáis de Yoko Ogawa? ¿Listos para entrar en uno de sus libros más conocidos, El museo del silencio?
Este libro será un gran contrapunto para aquellos que comenzaron sus andanzas con nosotros en La policía de la memoria, puesto que toca los mismos: el recuerdo, la soledad y la identidad.
Nuestro libro de julio vuelve sobre el tema de la memoria, pero esta vez desde un punto de vista más activo; ya no contemplamos quiénes somos sin nuestros recuerdos, sino que cómo podemos perdurar a través de ellos. La respuesta que nos tratan de dar los personajes es más sencilla de lo esperado: legándolos a un museo.
¿Qué es un museo? ¿Con qué criterio se escogen los objetos de su colección? ¿Qué función cumplen? Todas estas preguntas asaltan tanto al protagonista como al lector de este libro de Ogawa, y a lo largo del libro encontraremos que las respuestas son quizás un poco más macabras de lo que esperamos.
Seguramente muchos estarán de acuerdo en la utilidad de los museos como espacios de educación, donde la magia del espacio nos permiten conocer y entender nuestra historia. Cumplen también una función social primordial, ya que en ellos se congregan todos los grupos sociales, desde los mayores hasta los más pequeños. Sin embargo, quizás no todos nos hemos planteado cómo se crea un museo y, mucho menos, cómo se reúnen los objetos de su colección, particularmente si se tratan de objetos antropológicos o arqueológicos. ¿Hasta dónde es correcto hacerse con objetos que son parte de la vida y las creencias de una persona y exponerlos, sin más, como simples objetos contemplativos?
Sobre este tema han surgido muchos debates en los últimos años, centrándose en temas de inclusividad, así como el expolio artístico. Este último está muy presente en el libro de Ogawa, y el protagonista deberá hacer frente a todas sus creencias para tratar de llevar a cabo el trabajo que se le encarga de crear el Museo del silencio con la colección de objetos de la anciana. De entre todos los problemas que presenta el batiburrillo de objetos, el principal es el cómo han sido “adquiridos”.
- ¿Qué os parece el proyecto de la anciana?
- ¿Cuál diríais que es el uso de los museos en la sociedad?
La reunión final será virtual a través de ZOOM el viernes 23 de julio en dos turnos con un aforo máximo de 10 personas: de 16h a 17:30 o de 18h a 19:30. Para inscribirse en esta sesión presencial basta con enviar un email a biblioteca@fundacionjapon.es con el título "Museo" y los siguientes datos:
- nombre y apellidos
- horario de la reunión a la que quiere asistir
- número de contacto
Ya sea en las redes sociales, o en la reunión, ¡animaos a participar!
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