“Los japoneses parecen haberse dado cuenta de que la luna llena (o el momento en que la floración de un árbol se halla en todo su esplendor), por muy bonitos que sean, limitan el juego de la imaginación.”
Este ensayo del célebre japonólogo Donald Keene (1922-2019)
articula de forma breve y sencilla lo que a los amantes de la literatura tanto
les cuesta: poner en palabras la razón por la que se sienten atraídos a ella.
A través de cinco capítulos, Keene aborda la escritura japonesa tradicional desde diferentes puntos: la estética, la narrativa, el teatro, la poesía y, también, la utilidad de la poesía. Aunque el libro esté planteado para un público general y puede que el aficionado a la cultura japonesa ya esté familiarizado con parte de los temas discutidos, eso no debe ser motivo para que lo deje de lado. El profundo conocimiento de Keene afila en los detalles más recónditos, revelando pequeños secretos. Por ejemplo, la razón que dio origen de la reducida extensión de los poemas, cualidad que se ha convertido en un atractivo en sí mismo. O el por qué los japoneses tienen tal devoción por la flor de cerezo. Además, la forma de explicar del autor resulta muy fácil de seguir, al usar numerosos ejemplos de poemas, obras de teatro, etc. para ilustrar sus ideas.
Seguro que tras la lectura de este ensayo en el
que se mencionan numerosas obras clásicas como el Tsurezuregusa de Yoshida Kenko, el Genji Monogatari de Murasaki Shikubu o el Kokinshuu, al lector le habrán entrado ganas de leer más. Por
suerte, el broche final del libro lo pone una fantástica selección de lecturas
recomendadas. Se compone de una bibliografía básica de libros en inglés compilada
por Keene, y otra de libros en español compiladas por Julio Baquero Cruz,
traductor del ensayo.
Ya conseguí la mitad del ensayo :) arigato
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