Ven,
vamos a amarnos de nuevo,
sólo una vez más.
La noche ha acabado
tocan la campana.
Nos hemos amado desde el anochecer.
¡Qué vamos a hacer
con esta sed!
(Ryojin-hisho, compilado por Go Shirakawa, traducido por Masateru Ito)
vamos a amarnos de nuevo,
sólo una vez más.
La noche ha acabado
tocan la campana.
Nos hemos amado desde el anochecer.
¡Qué vamos a hacer
con esta sed!
(Ryojin-hisho, compilado por Go Shirakawa, traducido por Masateru Ito)
De todos los temas que hilan la novela de Kokoro de Natsume Soseki, el amor, como apunta Carlos Rubio en su introducción, es quizás el menos aparente. La soledad, el choque entre lo moderno y lo tradicional, la traición, el fin de una época, la individualidad… todos parecen tener mucho más protagonismo que el amor. Sin embargo, es quizás esta la verdadera fuerza detrás de toda la trama.
La primera vez que como lectores intuimos la problemática existente en el Sensei es cuando le acompañamos al cementerio y allí nos suelta “¿Sabes tú acaso cómo se siente uno cuando tiene el corazón atado al cabello largo y negro de una mujer?” para después zanjar la conversación con “De todos modos, enamorarse es un delito. Y también es algo divino. ¿Lo entiendes?” (Ed. Gredos, p.90)
- ¿Por qué es el amor un delito para Sensei? Al mismo tiempo, ¿por qué es algo divino? ¿Qué ejemplos de ambos encuentras en el texto para explicar esta dualidad?
¡Animaos a participar dejando vuestros comentarios!
Las plazas para la sesión presencial se han agotado. Os invitamos a seguir el debate a través de nuestras redes sociales y a compartir allí vuestros comentarios para que los podemos leer durante la reunión y así animar la discusión.
¡Feliz lectura!
Comentarios
Publicar un comentario