¡Exploradores! ¿Cómo vais con la lectura de El minero de Natsume Sōseki?
La semana pasada os contábamos la génesis de esta obra tan particular: un joven minero le vende su historia a Sōseki (que en un primer momento rechaza por sentir que él no es la persona adecuada para escribir algo tan íntimo) y unos meses después el periódico Asahi le pide cubrir el vacío dejado por otro escritor y publicar una de sus novelas.
El primer problema de Sōseki fue el material que debía usar. La historia del chico no pasaba de ser la aventura de un jovenzuelo de 19 años, por lo que sus anécdotas hacían hincapié en la situación amorosa que lo llevó hasta esa profesión. Sōseki no encontraba ningún placer estético ni intelectual en esto. Por otro lado, el autor tampoco quiso darle todo el peso a la experiencia como minero. ¿Qué hacer?
Sōseki cuenta en un artículo para la revista Bunsho Sekai cómo, después de pensarlo, decide jugar con su imaginación y con las posibilidades de la escritura. Contrariando a la moda y a la corriente naturalista, Sōseki decide no reflejar la experiencia de vida del joven Arai fielmente, sino que todo será producto de su imaginación. En pocas palabras, usará la literatura como una suerte de experimento: ¿qué sucedería si alguien tuviese la capacidad de “diseccionar al escalpelo – algo que solo puede hacerse con los viejos recuerdos- [mis] procesos mentales para estudiar hasta el último detalle” (p.57)? Sōseki, casi como un niño ante la aventura, admite que esta táctica le llamó la atención puesto que nadie más lo estaba haciendo. Es por esta razón por la que, en lugar de leer la naracción de un chico de 19 años, leemos a un hombre maduro que rememora “la época más agitada de mi vida” (p.56).
Es por esta razón, además, que le conocemos como el padre de la novela moderna japonesa.
Ahora bien, el autor está consciente de que no será un libro para todo el mundo. Él diferencia entre tres tipos de lectores, comparándolos al público que observa un cuadro: está el que se contenta con que todos los elementos se mantengan inmóviles en su lugar y que se vean bonitos y aquellos que esperan un cambio y buscan saber qué ocurre después. Por último, están aquellos lectores que se interesan en lo que ocurre tras bastidores, en las circunstancias que llevaron a los elementos a verse de tal o cual manera. El autor está muy consciente de que, para aquellos que no sean de este tercer tipo, El minero será lento, pesado y repetitivo.
- ¿Qué tipo de lector sois? ¿Estás de acuerdo con la clasificación que hace Natsume Sōseki?
La reunión final será virtual a través de ZOOM el viernes 25 de septiembre en dos turnos: de 16h a 17:30 o de 18h a 19:30. Para inscribirse en esta sesión presencial basta con enviar el nombre completo, número de documento de identidad (DNI, NIE, pasaporte) y un número de contacto a biblioteca@fundacionjapon.es
Para aquellos que no puedan participar en la sesión presencial os recordamos que todos los viernes del mes de septiembre animaremos la lectura publicando en nuestras redes sociales (blog e Instagram) preguntas de reflexión y debate.
¡Feliz lectura!
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