Llegados a la tercera semana de lectura de nuestro club, es inevitable plantearnos qué es lo normal y por qué lo consideramos como tal.
Al
leer La dependienta de Sayaka Murata, el lector se encuentra ante la
difícil posición de disfrutar de una historia con muchos momentos divertidos y
con una protagonista que hasta llega a ser entrañable, a pesar de que todos los
componentes son caricaturas grotescas de nuestra realidad. ¿Esa
empatía/antipatía que sentimos por Keiko dice algo de nosotros como
personas?
En La dependienta, Murata no deja tema sin tocar, esas dos cámaras que mencionábamos en otra publicación indagan en cada acto humano para mostrarnos cómo lo que es correcto, que también llamamos normal, no es más que una convención sin lógica. Nuestra propia experiencia lectora, consciente de lo extraños que resultan los protagonistas de la novela, queda también bajo esta lente crítica.
Llámese la hermana de Keiko, sus propios compañeros de trabajo, Shiraha o su cuñada, incluso el propio lector, todos somos parte de la coerción que sufre Keiko por todos los flancos, obligándola siempre a hacer lo correcto, como si su propia humanidad dependiese de ello. Actos tan simples como comer son también llevados a juicio, ya sea porque Keiko no cocina o porque come lo mismo todos los días.
- El trabajo, las diferencias de género, el matrimonio, la familia, el colegio. ¿Qué tema os llamó más la atención de los que aborda Murata en el libro.
- La autora ha revelado en varias entrevistas que su sueño de pequeña era ver el mundo a través de los ojos de un alienígena, explorar lo cotidiano desde un punto de vista completamente diferente. Vosotros, ¿qué creéis? ¿”Lo normal” es lo mismo que “lo correcto”?
Se han acabado las plazas disponibles en ambas sesiones del Club. ¡Muchas gracias por todo vuestro apoyo! Nos vemos durante nuestra sesión de debate.
¡Feliz lectura!
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