Hoy tenemos un reto lector para todos los amantes de la literatura japonesa. ¿Cuántos libros ambientados en Japón escritos por autores no-japoneses conocéis?
Hace un tiempo en el Club de lectura de la biblioteca de Fundación Japón, Madrid, dedicamos dos ciclos a los grandes clásicos de la literatura japonesa, lo que llevó a los miembros del club a preguntarse si es posible hablar de literatura japonesa cuando el autor reside fuera de Japón, o cuando originalmente está escrito en cualquier otro idioma que no sea el japonés. Vosotros, ¿qué pensáis?
Una obra que escapa de este debate y que parece colarse en todas las conversaciones sobre libros asiáticos es Seda, de Alessandro Baricco, editado por Aanagrama Editorial. Un libro muy especial, que en su brevedad y su poesía nos narra la vida de un comerciante que debe trasladarse hasta Japón en medio de la incertidumbre y la leyenda para comprar larvas de gusanos de seda.
Seda es un libro perfecto para quienes quieran algo corto, puesto que su centena de páginas se lee en un suspiro y al borde del asiento, el lector siempre anhelante de que llegue el final y, con él, la felicidad o la desgracia de Hervé Joncour y de su pueblo Lavilledieu. Por otro lado, este libro no es apto para lectores distraídos ni con prisas: la historia vuelve sobre sí, da saltos en el tiempo, los nombres y las acciones se escapan como la seda entre los dedos. La prosa poética de Baricco es como un haiku y requiere de una lectura consciente del aquí y el ahora.
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